
SAD EYES ha vuelto a sorprendernos con su nuevo trabajo, «V 5en5e5», un disco que refleja la evolución del proyecto de Santi, quien ha logrado consolidar su visión musical tras años de dedicación y experimentación. En esta entrevista, hablamos con él sobre su proceso creativo, las colaboraciones que han dado vida a este nuevo álbum, sus influencias, y cómo ve el panorama del metal extremo actual.
Desde la composición hasta la producción, pasando por el artwork y la promoción, Santi nos ofrece una mirada profunda y sincera sobre todo lo que implica mantener un proyecto personal como SAD EYES, que sigue desafiando límites y llevando su mensaje a nuevas alturas. ¡Acompáñanos en esta conversación con uno de los artistas más interesantes de la escena!

¡Muy buenas, Santi! Ya van cinco discos con SAD EYES… ¿Cómo te sientes al sacar «V 5en5e5»?
¡Buenas noches! Quinto trabajo… ¡quién me lo iba a decir cuando empecé con este proyecto!
Pues… creo que la primera sensación que tengo cuando edito un trabajo es de alivio. Suena raro, pero es como cuando sales de un examen y sabes que diste todo lo que podías. Esa es la sensación, más o menos.
Evidentemente también siento alegría, emoción, orgullo, agradecimiento… pero esa liberación también está ahí, ¡qué le vamos a hacer!
Llevas desde el principio con SAD EYES como proyecto personal. ¿Qué te aporta hacerlo así en lugar de tener una banda al uso?
Cuando empecé con SAD EYES todavía estaba tocando en REX DEVS, y la situación era muy diferente. Por entonces, ambas cosas se complementaban bien: para ensayos, conciertos y el trato con otros músicos ya tenía REX DEVS, mientras que SAD EYES me servía para el trabajo en estudio y para aprender producción. Además, hacía estilos distintos en cada proyecto, así que encajaba perfectamente.
Hoy en día, además de la satisfacción personal, me aporta muchísimo, como ver cómo los temas crecen cuando los colaboradores aportan su parte. Es impresionante cómo cambian, se hacen independientes y hasta me sorprenden a mí mismo.
También, como músico y creador, llevarlo todo yo solo es un reto constante. Que todo sea conceptual le da un plus de esfuerzo y satisfacción, y no depender de nadie me da una libertad que en una banda no tendría.
Sinceramente, ahora mismo solo le veo ventajas a llevar un proyecto así. Aprendo mucho de los músicos, de la tecnología y de mí mismo. Y además, ¡me permite estar charlando contigo ahora mismo!
En este disco vuelves a contar con colaboraciones. ¿Cómo fue el proceso de grabación con ellos y cómo encajan en tu visión tan personal del proyecto?
Esta vez han sido solo tres colaboradores, y de ellos, dos han sido músicos propiamente dichos. Es bastante menos que en otras ocasiones, pero el proceso ha sido muy parecido al de siempre.
Encajar en el proyecto no debe ser fácil, imagino, porque cuando les ofrezco colaborar ya está todo hecho. “Solo” tienen que interpretar las partituras. Curiosamente, lo que pensaba que sería una ventaja —tener todo preparado— suele ser un momento delicado, porque muchos músicos quieren aportar su propio toque. Si piensan que todo está cerrado, a veces se echan atrás.
Por suerte, no suele ser así. Aunque yo tenga todo compuesto, los intérpretes saben mejor cómo deben ejecutar su parte. Si necesitan modificar algo, sería absurdo por mi parte no permitirlo. Me estaría poniendo trabas a mí mismo.
Las nuevas tecnologías ayudan muchísimo en este tipo de proyecto. Tanto Carlos, el bajista, como Igor, el cantante, tienen sus propios estudios. Así que yo les mando todo lo que necesitan: el tema ya grabado y mezclado, las pistas separadas, tablaturas, letras, partituras… y ellos graban en su estudio. Luego me mandan las pistas y, si es necesario, las edito y hago una preproducción para que todos podamos valorar cómo ha quedado.
Cuando escucho sus partes ya integradas en el tema, lo primero que siento es un enorme crecimiento. Es un lujo poder contar con esos musicazos.
A nivel de composición, ¿cómo trabajas? ¿Eres de tirar primero por la guitarra, por la estructura, por el concepto…?
Sin ninguna duda, por el concepto. El concepto es la parte principal y desde la que gira todo alrededor de SAD EYES. Una vez que tengo el concepto claro, ya van las letras. De eso se encarga Kike Capilla, al que le machaco a instrucciones sobre el concepto para que tenga bien claro sobre lo que puede trabajar. Cuando las letras ya están en mi poder, yo me encargo de que esas letras —que son más historias que letras musicales— formen parte de una canción, para estructurarlo y hacer una línea vocal.
Este proceso suele ser al mismo tiempo, y en ese aspecto, cuando me pongo a trabajar sobre la música, siempre es la guitarra la que manda. La guitarra es la que hace que la música intente hacer sentir lo que la letra está diciendo, lo que el concepto ha mandado y lo que el individuo protagonista de la historia está sufriendo. Yo soy guitarrista, y evidentemente mi manera de componer pasa por una más que evidente influencia musical de riff de guitarra. Luego siempre hay que retocar cosas según se adapta la letra, se encaja el bajo o la batería va tomando forma. Vamos, lo que viene siendo componer una canción, jajaja, compuesta además por un músico eminentemente guitarrista.



¿Qué tipo de afinación estás usando en este disco? ¿Algún cambio respecto a trabajos anteriores?
Todos los temas de este EP están tocados con una guitarra de 7 cuerdas afinada en A (la) estándar. Una afinación poderosamente baja, pero que gracias a este tipo de guitarras se mantiene y se puede hacer sonar limpia y nítida, a la vez que gorda.
No siempre he usado la misma guitarra ni la misma cantidad de cuerdas para los discos, con lo cual las afinaciones han ido cambiando. Los dos últimos trabajos sí que se han grabado con esta afinación, pero los anteriores no. Esta es la afinación más baja y extrema con la que he trabajado hasta el momento, pero estoy realmente cómodo con ella, así que… de momento no he pensado en cambiarla.
¿Cómo fue trabajar con José Fernando Tercero en la mezcla y máster? ¿Qué buscabais conseguir a nivel de sonido?
Desde el primer momento lo tenía claro: quería un sonido poderoso, gordo y potente, pero a la vez nítido y en el que se escucharan todos los fraseados, con una sonoridad moderna pero no artificial. Después de escuchar sus mezclas en Putrid Torso y en Scent of Death, no dudé ni un momento en ponerme en contacto con él. Lo primero de todo fue felicitarle por el sonidazo que les había sacado, y luego ver si tenía un hueco para mí.
En realidad, trabajar con él es superfácil. Es una persona muy afable, amigable, cercana y, además, es músico, con lo cual sabe lo que quiere un músico, lo que busca y, sobre todo, en lo que solemos confundirnos. Y digo esto porque, pese a que el sonido que yo quería estaba claro en mi mente, no es tan fácil explicarlo, y a mí me costó hacerlo. De forma que, al principio, no llegábamos a encontrar lo que yo quería, pero en cuanto mi manera rudimentaria de usar el lenguaje musical pasó a formar parte de su vocabulario… pues la cosa fue fluida.
Como músico, muchas veces se buscan cosas que no existen y no sabes sacrificar, que es lo que más necesita una producción para que todo suene como debe y encaje. Él me enseñó a eso: a expresarme, a entender el lenguaje, a saber (de nuevo) lo que se puede y lo que no se puede, y me dejó confundirme para aprender. Nunca estaré suficientemente agradecido.
¿Y la batería? ¿Has usado batería real o has programado como en trabajos anteriores? ¿Qué herramientas sueles usar para eso?
La batería es programada, secuenciada y disparada. Llevar un proyecto como este una sola persona tiene sus cosas buenas y sus cosas malas y… la peor de todas es la parte económica. Todo sale de mi bolsillo, y grabar y mezclar una batería encarece muchísimo todo. Sé que habría sido maravilloso, pero… no es fácil encontrar un batería dispuesto y capaz de tocar lo que hay en V 5en5e5, y menos poder pagarlo por mi parte, así que… afortunadamente, volvemos a tirar de las nuevas tecnologías para que esto pueda seguir adelante.
En esta ocasión, Igor se ofreció a reestructurar las baterías que yo tenía en los temas y que él escuchó cuando le mandé las canciones para cantar. ¡Y no veas qué cambio! Es un bestia en la secuenciación de baterías, y cualquiera que tenga una banda o un proyecto como el mío debería ponerse en contacto con él para que le ayudara en este aspecto. Lo va a notar, y mucho.
En mi caso, para secuenciar uso Cubase, el DAW que también uso para grabar y para la mezcla y máster. Para disparar y hacerla sonar, uso Superior Drummer 3, pero no me cierro en opciones y a veces busco otras sonoridades a través de otros programas de batería o directamente ayudándome con Kontakt.
Las letras de Kike Capilla le dan un toque muy particular. ¿Cómo fue el proceso de trabajo entre vosotros?
Kike es mi amigo desde la infancia, además hemos compartido trabajo en REX DEVS, con lo cual… el contacto y entendimiento con él es muy sencillo y rápido, puesto que nos conocemos de toda una vida, ¡nada más y nada menos!
¿El trabajo? Pues, como te comentaba antes… yo le cuento todo lo que necesito conforme al concepto, el número de temas, de qué quiero que trate cada letra y la forma en la que me gusta que esté redactada. Él se encarga de darle forma y, como te comentaba, no hace una letra propiamente dicha, sino una historia corta, que podría ser una letra, pero en unos temas muchísimo más extensos. En ese momento es cuando yo uso esas letras para que sean adecuadas al trabajo musical que ya existe o está a punto de crearse. Las reestructuro y las encajo en forma de línea vocal.
Lo que sí que es cierto es que tiene una forma muy particular de enfocarlo todo. Digamos que es un estilo propio. Él sabe que no quiero nada gore, nada extremadamente visual ni tampoco politiqueo ni opinión. Cerrándole tantas y tantas puertas… tiene que tirar de lo que hay dentro de él y, claro, como siempre se encarga él de este trabajo, SAD EYES es en un gran tanto por ciento suyo a nivel conceptual.
En cuanto al artwork, se nota un trabajo muy cuidado. ¿Qué idea queríais plasmar visualmente con Darkg Foto y Eva Garijo?
Eva Garijo realizó el logo en los inicios de SAD EYES, y desde entonces ha seguido siendo el mismo porque es precisamente lo que buscaba. Difícilmente creo que pueda mejorarse, jajaja. Ella es arquitecta, no es diseñadora gráfica ni se dedica a hacer logos ni a la música, lo cual hace que la visión externa de todo esto le dé un valor añadido al resultado. No está viciada por los estereotipos del sector y cumple únicamente con los cánones que yo le mandé en su momento. Eso sí, su formación académica externa a la música se nota, y mucho, en el diseño, lo cual lo hace, para mí, único.
En cuanto al trabajo visual, el artwork y el libreto completo es obra de Enrique Prieto y Darkg Foto… ¡y estoy impresionado! Enrique es amigo mío desde hace mucho tiempo. Él tiene un proyecto unipersonal también, de death metal, llamado Endless que… de verdad, deberíais escuchar. Todo lo hace él, pero en su caso, TODO, porque también mezcla y, evidentemente, hace el diseño gráfico. Es un fuera de serie.
Vi que en Facebook subía muchísimas fotos y me di cuenta de que lo que estaba haciendo podría encajar muy bien para SAD EYES. Entonces le comenté si le apetecería trabajar conmigo en esta aventura y… ¡estuvo encantado! Yo le mandé todo el concepto, esas instrucciones que intenta dar alguien que no sabe nada de diseño gráfico para que el que controla lo pueda traducir y plasmar. Algunos ejemplos y, sobre todo, confianza. ¿Qué puedo decir? Cuando me mandó la idea, el boceto y, posteriormente, el trabajo… es que es para caerse de culo, ¡impresionante!
A mí no me gustan los libretos típicos en los que están las letras, fotos de los músicos y ya. En este libreto de SAD EYES, cada una de las páginas es prácticamente una nueva portada del disco y… eso lo hace extremadamente único y valioso. ¡Merece la pena verlo!



¿Cómo ves ahora la escena del metal extremo nacional? ¿Crees que estamos en un buen momento?
Yo es que he vivido la escena de los noventa y la previa a ese resurgir y… lo de ahora es un lujo de todas, todas. Ahora tenemos cientos de bandas de un nivel espectacular, músicos que tocan con una técnica de locos, técnicos de sonido que te sacan un sonido que se escapa a lo que realmente estabas soñando, diseñadores a la máxima altura creativa, fotógrafos, prensa escrita, digital, radios, televisión online, streaming, youtubers y, por supuesto, festivales a saco.
Conciertos a decenas todos los fines de semana y grandes bandas que vienen a tocar aquí cuando antes no sabían ni dónde estaba este santo país. Pues, ¿qué voy a pensar? La escena es una pasada. Aunque no perfecta, ojo. Como todos sabemos, está saturada. Yo, muchas veces, pienso que esta escena ya no tiene casi metalheads, porque aquí todo el mundo está creando de una forma u otra. Todo el mundo tiene su banda, su estudio de fotografía, su webzine… Quiero decir, que pocas veces hablas con alguien y no te dice… “Pues yo tengo…”. Y eso hace que la gente solo se mire el ombligo y deje de consumir metal extremo “de pago”, porque como ya tienen lo suyo, son los demás los que les tienen que comprar a ellos. No sé cómo ponerle nombre a esta situación, pero creo que es el mayor problema de todo esto.
Por lo demás… a más cantidad, más sitios tengo para buscar buen producto. Sé que habrá mucha paja, pero… al final, siempre se puede encontrar algo que valga la pena.
¿Hay alguna banda nacional o internacional que te haya influido especialmente en este trabajo?
Pues… no podría señalar solo una, ¡habrá cientos, jajaja! Soy un gran consumidor de música, especialmente de metal extremo, y trato de estar al día con todo lo que se edita. Escucho muchísima música, todo lo que mi tiempo me permite. Además, creo que a la hora de componer, más allá de los sentimientos que quiero imprimir en las canciones, mi pasión por la música es lo que realmente me impulsa. Cada cosa que escucho me influye, porque me mueve por dentro, y al final eso acaba saliendo en lo que compongo.
No soy nada mitómano, no podría decir cuál es mi banda o músico favorito, porque son tantos que sería imposible señalar uno solo. Eso sí, últimamente he estado escuchando mucho technical death metal y brutal death, he estado aprendiendo de ellos, no solo escuchándolos, sino también estudiándolos. Eso, claro, se refleja en mi forma de tocar y, evidentemente, en mi forma de componer.
¿Y ahora qué? ¿Habrá videoclip, merch, directo…? ¿Qué planes tienes a corto y medio plazo con SAD EYES?
De momento, me estoy dedicando casi de lleno a la promoción de este trabajo. Creo que lo merece, y además, si no lo hago yo, ¿quién lo va a hacer por mí? Soy el más interesado, y me gusta, así que ahora mismo eso es lo que toca.
No me gusta mirar mucho al futuro, sobre todo si es muy lejano, porque en la música influyen muchas cosas y a veces uno se hace ideas que luego no se pueden cumplir. Mi única meta ahora mismo con SAD EYES es seguir adelante con el proyecto, darle vida, y mantenerlo, porque es algo que me ha llenado enormemente durante todos estos años. Me daría mucha pena que desapareciera.
«Excelente entrevista y, sobre todo, muy didáctica. Gracias, Santi. Te deseamos lo mejor. No dejes nunca este gran proyecto personal y sigue adelante. ¡Esperamos poder seguir viéndolos!»