
IMAGEN BBC
Ozzy Osbourne ofreció su última actuación en vivo el sábado 5 de julio durante el evento «Back To The Beginning» en el Villa Park de Birmingham, Reino Unido. A sus 76 años y afectado por el Parkinson, cantó sentado en un trono negro y visiblemente emocionado.
El show comenzó con un set de cinco canciones en solitario junto a su banda (Zakk Wylde, Mike Inez, Adam Wakeman y Tommy Clufetos), incluyendo clásicos como «Crazy Train» y «Mama, I’m Coming Home». Luego, se reunió con los miembros originales de Black Sabbath —Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— para interpretar cuatro himnos: «War Pigs», «Iron Man», «N.I.B.» y «Paranoid».
Más de 40.000 personas asistieron al evento, que también contó con actuaciones de bandas como Metallica, Slayer, Pantera, Lamb of God y Anthrax. Los beneficios serán donados a tres organizaciones benéficas.
La jornada fue producida por Live Nation y presentada por el actor Jason Momoa. El concierto se retransmitió en línea (con dos horas de retraso) y se puede volver a ver durante 48 horas.
Tony Iommi e I Geezer Butler confesaron que inicialmente tenían dudas sobre participar, pero decidieron hacerlo por una causa benéfica y como despedida definitiva. Fue un momento histórico para el metal y el cierre emocional de una era.